Emigrar es algo muy personal. Las razones de cada uno para abandonar su propio país, son completamente personales.
Emigrar por tanto, es una decisión muy personal y nos puede afectar de muchas maneras.
Si tenemos mucho apego a nuestro país, por ejemplo, eso puede llegar a ser un obstáculo para adaptarnos al nuevo país de acogida.
Esto me lleva a pensar en esa ola de migraciones masivas que se han producido muy frecuentemente y que tienen un objetivo político de desestabilizar países para destruirlos y luego poder implementar otras normas.
Yo pienso que soy parte de un país que tiene una soberanía, una cultura, una serie de tradiciones que me han formado y me definen. Y estoy orgullosa de pertenecer a ese país. Y creo que todas las personas estamos en la misma situación. Si nos vamos lo hacemos por motivos personales, pero qué sucederá en la psique de esas personas a las que les pagan por formar parte de esas caravanas de migración masivas, que se quedan en la tierra de nadie mientras llegan a un país en donde les prometieron cosas que nadie les va a cumplir?